A pesar de que mi madre no fue una chiquilla que se arremangara la blusa para ayudar a empanar filetes, con el tiempo y su marcha de Badajoz, se llevó consigo algo más que las recetas de mi abuela; heredó la comprensión de la cocina como un arte que aviva la sensación de propósito. Tendría unos treinta años. Después del último bacalao al pil pil que nos cocinó, cuesta imaginar que existiera otra versión de ella en la que no fuera la Ruscalleda que es ahora. Además de alucinar con sus tarrinas, sus canapés, sus salsas, sus Salacadula, chalchicomula, la mayor ventaja de esta afición suya es que nunca nos han faltado ideas para regalos, siempre con la diligencia de separar “cosas para mamá” y “cosas para la casa”. Por eso, y porque mi padre ya es feliz siendo su comensal más asiduo y mis hermanas andan al otro lado del Atlántico, la acompañé yo de rebote a su primer curso de cocina. También al segundo. Luego ya me puse las manoplas en casa y ahora no hay quien pueda arrebatarme esta herencia. Bibidi-babidi-bú.
Empezaré por compartir una receta básica, con la excusa de hablar de un concepto que se hizo viral en 2022: los macarrones con tomatico1.
Macarrones para una
La expresión Macarrones con tomatico se popularizó en Twitter para describir los gestos básicos, los gustos comunes. Por ejemplo: citas a Christopher Nolan como tu cineasta favorito, macarrones con tomatico. Cierras tus fiestas con Flying Free, macarrones con tomatico. No es que sea mala opción, solo que, bueno, es la rápida, la fácil, el combinado de carretera.
Si me preguntas a mí, ¿elegiría un combinado de carretera como última comida? Por supuesto. En este superíndice2 encontrarás los platos que pidieron los condenados a muerte en EE. UU. a finales de los 80 y 90. Te adelanto que no hay ningún tataki de atún con ajoblanco. Sospecho que tu último plato tampoco sería tan distinto, por mucho que tengas las manos limpias.
100g de macarrones
Cada cual se fía de quien decide fiarse. Según El Comidista, los mejores macarrones del supermercado son (en este orden): De Cecco, Garofalo y Barilla. Lo dice Nicoletta Acerbi, copropietaria de la bodega Santo Porcello, y yo me fío. Gallo sale mejor de precio, está más a mano, pero fíjate en Nicoletta3, se alarma al probar ese macarrón. Varias veces al día tengo que recordármelo: soy una chavala trabajadora, merecedora de pasta que huela y sepa a trigo4, no me viene el susto de 2€.
150g de carne
Las charcuterías de mercado sí asustan para quien no se mueve por ahí con zapatillas de estar por casa (no aún) y se encoge ante preguntas del tipo ¿Ternera o vacuno? ¿Te la pico una o dos veces? ¿Doscientos ochenta gramos va bien? En situaciones como esta, agarras tu superación personal por bandera y contestas como bien puedes, contestas con seguridad impostada, tanta que incluso miras de firme a los ojos del charcutero, creces cuarenta años, dices: ternera, por favor, y si me la picas una vez está bien, pero que sean trescientos gramos, así me da para dos. Esperas que no haya más dudas, diriges la mirada hacia los pinchos morunos de más allá, es tu manera de zanjar la conversación, funciona, qué perspicaz. Ya está, ya pasó, puedes felicitarte. Dejaste de ser esa persona que compra la carne en el súper.
Todo el bote de tomate
Cuando volvía a casa del colegio, me encontraba, una vez a la semana, una olla de macarrones plantada en la vitrocerámica. Muy rojos, muy rojos, muy rojos. Alcampo, Hacendado y Solís son las mejores salsas, por recomendación de Chiara Bombardi, copropietaria del restaurante Rasoterra5. No lo he dicho antes, pero estas decisiones se toman en una cata a ciegas. Como verás en la foto, he llegado a ellas tarde. Mi criterio en mis paseos por los lineales del súper siempre ha sido este: el producto más barato. Siempre. El tomate debe saber a tomate, es lo único que importa. No a origen ni a familia ni a saber ni a sabor. La publi nos confunde, también a quienes nos dedicamos a ella6.
En el anexo de una cita que tuve hace poco (esos wasaps que se envían post-despedida y que complementan lo hablado), este chico me compartió la reflexión de que vivimos en una sociedad mediocre, la sociedad del sándwich mixto7, similar al concepto de los macarrones con tomatico, que viene a decir que hemos perdido el ímpetu de separarnos de la media, que nos hemos amodorrado ahí, en el montón. El artículo de ese último superíndice empieza así:
Visualice el mejor sándwich mixto posible, con su jamón caliente, su queso fundido, su pan tostado... ¿Es la mejor comida del mundo? Desde luego que no. ¿Es la peor? Seguro que tampoco. A nadie le disgusta un sándwich mixto pero difícilmente alguien lo elegiría para el menú de su boda o como última cena en el corredor de la muerte. No es un plato brillante, pero para salir del paso nunca está mal; cumple su función. «Perdone, la cocina ya ha cerrado, pero si quiere le podemos hacer un sándwich mixto».
Y luego sigue hablando de la dictadura de lo mediocre. Entiendo la metáfora, pero no se meta con la comida. Hay sándwiches mixtos que han arreglado peleas. Macarrones con tomate que nos han devuelto a casa. Y madalenas.
En los años que trabajé en un catering de alta gastronomía (valga decir, uno de los mejores de Cataluña), llevé control de los aperitivos más populares a fin de hacer adaptaciones en los menús con la entrada de cada nuevo año. La patata brava siempre estuvo en cabeza.
En lo relativo al chico, no hay más tomate.
Ah, como toque final, toda salsa pide:
Vino tinto, canela, sal y pimienta
Ahora que cocino (lo que es cocinar, con tiempo, cariño e intención), digo cosas como: lo he dejado macerando en lima veinte horas o falta salpimentar. También bebo más vino y se me hacen los días más cortos.
Con respecto a mi opinión sobre la mediocridad, me despido con Eydie Gormé y Los Panchos: que se quede el infinito sin estrellas, o que pierda el ancho mar su inmensidad, pero el negro de tus ojos que no muera, y el canela de tu piel se quede igual.
Bon profit. Que aproveche,
Marta
Ironías de la vida; soy intolerante al gluten, pero diez veces al año no hace daño.
El nuevo anuncio de Orlando: Sabe de sabor.
Esto me ha dado valor para enfrentarme al carnicero del mercado. Algún día 😂
Subo la apuesta y digo, spaghettis con atún y tomate del día anterior para ser más macarrones con Tomatito.
Me ha encantado leerte